Alcoy descarta mantener el uso de la planta de residuos
Plantea alternativas para aprovechar la instalación sin generar molestias a los vecinos
El Ayuntamiento de Alcoy ha descartado mantener el uso de la planta de transferencia de residuos, clausurada desde hace más de un año y a la espera de renovar las licencias para su reapertura. El Gobierno municipal, del PSOE, plantea alternativas con el objetivo de aprovechar las instalaciones sin generar molestias a los vecinos, que durante años han visto ratificadas sus quejas a través de sentencias judiciales.
El Gobierno, según explica el concejal de Medio Ambiente, Jordi Martínez, no quiere que la planta vuelva a recibir residuos orgánicos, cuyos malos olores han provocado las protestas de los vecinos de las masías y casas rurales de Sant Benet. Los vecinos consiguieron la clausura de la planta, por ser una actividad calificada de “molesta e insalubre” que no respetaba la distancia mínima de dos kilómetros respecto al casco urbano.
Las sentencias, sin embargo, se han convertido en papel mojado con el cambio de legislación, que permite la reapertura de la planta. “Pensamos que no es ético volver a abrir en las mismas condiciones, porque la Justicia dio la razón a los vecinos”, expresa Martínez. Entre las alternativas que baraja el Gobierno para reabrir la planta gana enteros la de convertir el recinto en la base de operaciones de una red comarcal de ecoparques móviles.
El proyecto lo ha expuesto el Gobierno a la Conselleria de Territorio, a Vaersa, empresa responsable de la planta, y el pasado viernes, durante una visita a las instalaciones, al Consorcio provincial de Residuos. “Lo que no queremos es que a la planta lleguen residuos orgánicos”, recalca Martínez.
La nueva utilidad, señala Martínez, permitiría incluir otros servicios, como la recuperación de restos de podas o de residuos de gran volumen que se generen en la comarca. La Dirección General de Calidad Ambiental, según Martínez, ha visto con buenos ojos el planteamiento del Gobierno local.