Alcoy vuelve a manos de los cristianos
El ejército de Jaume I derrota a los moros en un fuerte enfrentamiento por el centro de la villa tras volver a fracasar la Embajada, esta vez con iniciativa por la parte cristiana que ha tenido lugar por la tarde
La villa de Alcoy vuelve a estar dominada por los cristianos tras vencer a las huestes de la media luna en el intenso enfrentamiento registrado esta tarde en el corazón de la ciudad.
Antes de que los arcabuces tomaran el protagonismo, los cristianos han intentado llegar a un acuerdo para la rendición de las tropas de Al-Azraq a través de su mensajero. Un jinete de la filà Tomasinas ha entregado el texto de parte de Jaume I pero ha sido rechazado por el capitán de la Magenta, Jorge Candela.
Ante la negativa, el embajador cristiano, Ricard Sanz, acompañado por el Sargento, Javier Lerma, y su séquito han tenido que ir hasta el castillo a pedirles a los moros que abandonaran la ciudad. Primero ha tenido lugar la emotiva Pregària del cristià de Joan Valls. Sin embargo, y tras reiterar que no se rendían, ambos bandos se han declarado la guerra. El acto ha empezado con algo de retraso dado que una espectadora ubicada en la acera del Ayuntamiento ha sufrido un desvanecimiento y ha tenido que ser atendida.
La música, de nuevo, ha sonado en directo mientras el Embajador cristiano se acercaba a la plaza. El sexteto de metal y percusión ha interpretado la fanfarria Alcoi, ma patria de José María Valls Satorres a las puertas del castillo. El parlamento entre moros y cristianos ha servido de despedida desde el castillo del Embajador moro, Juan Javier Gisbert, que ha vuelto a ser ovacionado y ha dado el relevo a su sucesor, Óscar Martínez.
A medida que iba pasando la tarde, las huestes mahometanas han ido reculando y los cristianos iban ganando terreno hasta la victoria final tras la lucha con arma blanca entre los cargos. Las tropas de Jaume I, de nuevo, vuelven a gobernar en la villa de Alcoy y muestra de ello es la bandera de la cruz que ya preside el castillo.