El hombre blanco planta molinos
Una comunidad indígena de México recurre a la Coordinadora d’Estudis Eòlics de El Comtat para frenar la construcción de 6.000 aerogeneradores
Una comunidad indígena de México ha solicitado la colaboración de la Coordinadora d’Estudis Eòlics de El Comtat para frenar la construcción de 6.000 aerogeneradores, parte de ellos en tierras consideradas “sagradas” y de gran valor ecológico. El colectivo ha denunciado extorsiones a las personas que se oponen al proyecto, avalado también por las administraciones locales.
Los indígenas zapotecas, localizados en el istmo de Tehuantapec, han pedido ayuda a la coordinadora para evitar un proyecto del que participan diferentes empresas europeas, entre ellas las españolas Gamesa, Endesa y Gas Natural. La comunidad denuncia el impacto que tendrá sobre el medio natural la construcción de 6.000 molinos sobre una superficie de 15.000 kilómetros cuadrados. Parte del suelo afectado son tierras comunales protegidas, consideradas sagradas por los indígenas.
Uno de los líderes del movimiento contra la construcción de molinos, Carlos Sánchez, uno de los pocos indígenas que habla castellano, denuncia las prácticas que está sufriendo la comunidad. “Nos amenazan e incluso un compañero nuestro ha sido asesinado”, alerta Sánchez, quien detalla que las grandes empresas embriagan a los indígenas para que firmen contratos que no entienden, puesto que desconocen el castellano.
Anna Climent, presidenta de la Coordinadora d’Estudis Eòlics de El Comtat, considera importante que el colectivo pueda difundir la causa de los indígenas y destaca que la lucha de la coordinadora haya traspasado fronteras. “Nos sorprendió que contactaran con nostros y ahora vamos a trabajar para evidenciar que el negocio sucio de las eólicas se produce en otros lugares del mundo e incluso atenta contra los derechos humanos”, manifiesta.