El padrón municipal frena la caída de población tras ocho años de descensos
Alcoy cerró 2017 con un ligero incremento de 11 habitantes pese a que el crecimiento vegetativo acumula el octavo año en negativo
El padrón municipal de Alcoy, basado en datos del Registro Civil, ha ofrecido en 2017 el primer dato positivo de población desde el año 2008. La ciudad cerró el año con 61.332 habitantes, 11 más que en 2016. Pese a que el incremento es mínimo, representa el primer aumento de población en los últimos años. El incremento se produjo, además, pese a que el número de defunciones superó al de nacimientos por octavo año consecutivo.
El descenso de población, según el padrón municipal, comenzó en 2008. Entonces, según la documentación del Registro Civil, residían en la ciudad 63.407 vecinos. La pérdida de habitantes fue constante durante los ocho años siguientes hasta llegar a los 61.321 habitantes de finales de 2016. En ese periodo la pérdida de habitantes alcanzó el 3,2%.
2017 ha frenado la tendencia negativa, aunque con un repunte mínimo, de apenas 11 personas, según los datos que acaba de publicar el Ayuntamiento de Alcoy. Esta ligerísima recuperación se produjo el pasado año a pesar de que el crecimiento vegetativo (la diferencia entre nacimientos y defunciones) volvió a ser negativa por octavo año seguido. Los 446 alumbramientos y las 635 defunciones dieron un dato negativo de 189 personas. La cifra es prácticamente idéntica a la de los dos años anteriores, 2015 y 2016, que acabaron con un saldo negativo de 190.
Según el dato del Ayuntamiento, basado en el Registro Civil, la ciudad sigue todavía por encima de los 61.000 habitantes, una cifra que, según el padrón oficial del Instituto Nacional de Estadística, Alcoy dejó atrás en 2014. El último informe del INE, correspondiente al 1 de enero de 2017, dejó la población de Alcoy en 59.106 habitantes, con una pérdida de 92 vecinos respecto al año 2016.
La diferencia entre el dato del INE y el del Registro Civil radica, según el Ayuntamiento, en la población extranjera que no renueva su inscripción en el padrón, un trámite que debe realizar cada dos años. No lo renueva, según el Ayuntamiento, porque ha regresado a su país de origen o porque simplemente no lo ha hecho: olvido o desconocimiento. En esos casos, el INE da de baja directamente a estas personas mientras que el Ayuntamiento las mantiene en el padrón.
A pesar de esta diferencia, el dato del INE y el del Ayuntamiento coinciden en apuntar un freno a la pérdida de población. En el caso del Registro Civil, con un mínimo incremento. En el caso del INE, con una disminución muy inferior a la de los años anteriores. En 2016, siempre de acuerdo a los datos del INE, el descenso fue de 369 habitantes y en 2014, el peor año de la serie, de 732 habitantes.