'Els Nanos’ no dejan títere con cabeza
Los vecinos del Raval aprovechan los tradicionales monigotes para criticar la situación del casco antiguo de Cocentaina, la corrupción política y la crisis catalana
La tradición se ha vestido de una feroz crítica este miércoles en el barrio del Raval de Cocentaina con la celebración de la fiesta de Els Nanos, que no han dejado títere con cabeza. Más de 600 escolares de toda la comarca se han unido a esta celebración, que se desarrolla desde tiempo inmemorial el tercer miércoles de Cuaresma. “Hay críticas de todo tipo”, ha destacado la concejal de Tradiciones, Susana Reig, tras su primer paseo por el Raval, el barrio en el que los vecinos mantienen esta costumbre, incentivada también durante los últimos años por los centros educativos de la villa condal. Los vecinos confeccionan sus muñecos de trapo, a los que hacen hablar a través de rótulos para criticar múltiples aspectos de la actualidad. Uno de los nanos estrella ha sido este año el del ex presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, identificado con la bufanda y el lazo amarillo. La corrupción política, con nanos representando a otro ex presidente de la Generalitat, en este caso valenciana, Francisco Camps, ha sido otro de los objetos de crítica vecinal, con referencias a las bajas cuantías de las pensiones. El Ayuntamiento de Cocentaina no se ha librado de la crítica, especialmente por la situación del centro histórico, donde abundan las ruinas y los edificios abandonados. Otro nano cuestionaba la mala ejecución de la cubierta de la pista de patinaje. Hasta el Raval se han acercado más de 600 escolares de la comarca. “No solo vienen alumnos de los colegios de Cocentaina, sino también de Alcoy y de Muro”, ha subrayado la concejal. Los alumnos del instituto Pare Arques han bailado las danzas que a última hora de la tarde cierran la celebración. Los niños han compartido con los vecinos el tradicional almuerzo, a base de chocolate. Con su presencia, esta costumbre tan típica de Cocentaina asegura su pervivencia.