La representación alcoyana del Cid conquista Burgos

La llegada del mes de octubre significa para Burgos el comienzo del Fin de Semana Cidiano: una cita dedicada a la figura de Rodrigo Díaz de Vivar que transforma el centro histórico de la ciudad en un entorno medieval mediante mercadillos, talleres e innumerables actividades lúdicas, gastronómicas y culturales. En esta ocasión se ha sumado a la celebración un nutrido grupo de componentes de la Filà Cides de Alcoy, que ostenta el cargo de Escuadra del Mig.

La filà, cuya antigüedad supera ya los 178 años, tiene en la figura de Rodrigo Díaz de Vivar su principal inspiración. Durante su última capitanía, allá por el año 2012, la filà realizó un homenaje directo a Burgos, luciendo en su carroza principal una reproducción de la imponente fachada central de su catedral. Ambas ciudades están además unidas por la importancia de sus respectivos papeles en la época de la Reconquista: un período en el que la figura de Rodrigo Díaz de Vivar alcanzó el estatus de legendaria. Con esta relación como telón de fondo, la comitiva alcoyana participó en varias actividades a lo largo de su estancia en la ciudad. En la mañana del sábado, fue parte activa en el Desfile de la Comitiva, en el que tradicionalmente se encuentran representados todos los estamentos sociales destacables en la ciudad en la época medieval. También desfilaron con la Comitiva Nocturna, portando antorchas a lo largo de un trayecto con destino final en la imponente estatua del Cid situada en la céntrica plaza que lleva su nombre. Ya durante la mañana del domingo, la comitiva puso el broche de oro a su tournée burgalesa participando en la ofrenda floral y entrega de armas, celebrada en la Catedral de Santa María, donde se encuentra la tumba del Cid. 

Los componentes de la filà desplazados hasta la capital castellana coinciden en destacar el cariño y la admiración que los burgaleses demostraron desde el primer momento a la participación alcoyana en el acto. Según comentan los hermanos Piñero, Antonio y José Miguel, la visita les ha permitido "conocer de primera mano la cultura, la gente, el entorno y la cuna" del Cid, la figura que siempre les ha representado y unido "en un ambiente de celebración y amor por la fiesta" que la gente de Burgos y Alcoi comparten. Casi cierto que, el año que viene, repiten.