Las monjas del asilo se despiden de Ibi
La congregación de las Hermanas Franciscanas abandona el municipio tras más de 100 años de labor asistencial
La congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada abandona el asilo de San Joaquín después de más de 100 años de actividad. La avanzada edad de las cinco monjas y la falta de vocaciones ha motivado su traslado a otras congregaciones. La marcha de las hermanas no afecta al servicio de atención que presta el asilo.
Francisca Guillem Martínez fundó el asilo en 1901. Desde entonces, la congregación prestó servicio de cuidado de enfermos y de asistencia a mayores. El asilo, además del trabajo de las monjas, se apoyó en las aportaciones de vecinos de Ibi. Más de un siglo después, las cinco hermanas que permanecían en Ibi finalizarán su vocación en otros destinos.
El alcalde de Ibi, Rafael Serralta, y la concejal de Servicios Sociales, María José Herrero, acompañados por varios miembros de la Corporación Municipal y el ex alcalde, Vicente Pascual, visitaron la pasada semana el asilo para despedir a las hermanas. El Ayuntamiento entregó unos detalles institucionales para que siempre tengan el recuerdo del pueblo al que tanto dieron y al que entregaron muchos años de sus vidas sirviendo, atendiendo y ayudando a todo aquel que lo necesitaba.
Rafael Serralta recalca “la estima y el reconocimiento” del pueblo de Ibi a todas las hermanas que a lo largo de tantos años han realizado esta labor solidaria, ofreciendo consuelo, amor y cariño a muchas familias del municipio. Asimismo, les ha deseado lo mejor en el nuevo camino que a partir de ahora emprende cada una de ellas y les ha recordado que “en Ibi siempre tendrán su casa”.