Las voces de la renovada Entenza
Vecinos y comerciantes valoran la reforma efectuada en la principal arteria del Ensanche un mes y medio después del fin de las obras
La nueva calle Entenza lleva un mes y medio en funcionamiento. Vecinos y comerciantes no se ponen de acuerdo en la evaluación de lo que han aportado las obras.
Las amplias aceras, que apenas dejan espacio para el paso de dos vehículos por la calzada, han puesto el acento en el reivindicado problema del barrio: la falta de estacionamiento. Duras son las críticas de un sector del comercio. Por ejemplo, la boutique Sex Lovers y la tienda Unike coinciden en que la solución habría sido reservar una de las dos aceras para aparcamiento.
La dilatación de los trabajos de reforma y su ejecución ha molestado a muchos comercios, como Adolfo Domínguez, que insiste en que la calle continúa estando desierta y que el parón por las obras se ha traducido en una pérdida de ventas, sobre todo, durante la campaña de Navidad.
La asociación que aglutina al comercio en el Ensanche asegura que no todos han salido perjudicados, y que dar el protagonismo en Entenza a los peatones ha beneficiado a los hosteleros, que pueden "poner mesitas" en la calle.
El Mercat de Sant Roc echa de menos la rotación de vehículos al haberse suprimido la zona azul y de carga y descarga. Su presidente, Carlos Aracil, recuerda en el reportaje, además, que la calle no está acabada y que sus clientes tienen que ir a aparcar ahora al parking de la Uixola.
La asociación vecinal presume de calle. Recuerda que está a la espera de que el Ayuntamiento acondicione el parking de la calle Cid para acabar de contentar a ambas partes. La asociación de vecinos recuerda que sigue trabajando en propuestas de mejora, como la necesidad de instalar semáforos a la entrada del Mercat de Sant Roc y el control de la velocidad de los vehículos, que no respetan la señal máxima de los 40 kilómetros hora.