Los leones se escapan vivos
Borja Viguera marca el empate en el descuento para compensar el gol inicial de Ferrón - El Alcoyano tuvo más ocasiones claras que el rival
El Athletic Club salió vivo este martes de El Collao, en una jornada memorable de Copa del Rey. El Alcoyano demostró un fabuloso orden defensivo y chispa a la hora de buscar la meta rival. El equipo blanquiazul rozó el gol en cada ocasión que tuvo, provocando el sofoco de los vascos, rescatados a última hora por Borja Viguera.
Sufrió y de qué manera el Athletic en Alcoy, en un partido que comenzó dominando con claridad. Mikel Rico gobernó el centro del campo a su antojo. Se impuso sin paliativos al trivote dispuesto por Óscar Cano, formado por Javi Rubio, Julio de Dios y Carles Salvador. Los de Valverde abrieron el campo, con Ibai y Susaeta pegados a las bandas. Los vascos generaron espacios e hicieron daño sobre todo por la derecha. Devesa, poco asistido por Rubén Ramos, padeció un calvario con las internadas de Susaeta, con diferencia el mejor de la primera parte.
El Athletic, sin embargo, no lograba conectar el último pase. El Alcoyano, muy replegado, apenas podía hilvanar fútbol, asfixiado como estaba con las dos líneas de presión dispuestas por el conjunto vizcaíno. Pese a verse claramente dominado, el fútbol del Athletic era muy plano, sin chicha. Apenas dos disparos tan lejanos como desviados fueron el bagaje de los leones, que se habían dejado los colmillos en San Mamés.
En la primera aproximación del Alcoyano, Alfaro cazó un envío desde la derecha. Dentro del área buscó el centro para perfilar el disparo con la derecha. El tiro, rasito y manso, lo desvió a gol Francis Ferrón. El gol, en el minuto 32 de la primera parte, sorprendió al Athletic, que creía tener controlado el partido. Valverde mandó a calentar a Aduriz y Beñat, claro síntoma del disgusto con la actuación de sus futbolistas.
Tras el descanso el Alcoyano dio un paso adelante y se dispuso para cazar alguna contra. El dos a cero estuvo en las botas de Alfaro. Su remate, tras un buen centro desde la derecha, lamió el palo derecho. El izquierdo escupió un tirazo de Francis Ferrón. Y el cuerpo del meta Herrerín repelió un remate a bocajarro de Perona. Por momentos, el Athletic perdía los papeles. La entrada de Beñat hizo mucho más previsible al equipo visitante. Los envíos a la frontal del área fueron continuos. Al renunciar a las bandas, la defensa local recibió una bendición.
La entrada de Isra Jerez contribuyó a que el Alcoyano adelantase las líneas. Le ayudó en su misión Carles Salvador, reconvertido en lateral derecho en la misión de largo recorrido que Óscar Cano concede a esa posición cuando establece línea de cinco atrás. Al público le gustaba lo que veía: un equipo de Segunda B anulando y poniendo contras las cuerdas a todo un equipo de Champions. La calidad, no obstante, llegó en la última jugada del partido. Borja Viguera embolsó uno de los envíos en la frontal, se deshizo de su marcador y a la media vuelta cruzó el balón que se convirtió en el empate. Pese a la sonrisa con la que el público abandonó El Collao, ufano por lo demostrado por su equipo, el fútbol volvió a ser tremendamente injusto con el equipo de Alcoy.