Polígonos del siglo XXI
Los empresarios valoran desde el entorno, al diseño, el mantenimiento o los servicios para crear zonas industriales atractivas y duraderas
¿Qué valoran los empresarios a la hora de ubicarse en un área industrial? La patronal de L’Alcoià, El Comtat, Vall d’Albaida y Foia de Castalla, agrupada en la Plataforma por la Reindustrialización Territorial, han puesto por escrito las preferencias de los empresarios para la planificación de un nuevo suelo industrial o para acometer mejoras en los ya existentes.
El Area Industrial de Calidad (AIC) es un proyecto que sustentan las patronales COEVAL, FEDAC e IBIAE que coinciden en que los nuevos polígonos han de tener especial cuidado en su entorno, las vías de comunicación, los servicios básicos, el mantenimiento, la instalación de servicios avanzados y complementarios, un diseño atractivo, tramitación ágil, presencia y difusión en los medios, contar con la colaboración de los agentes sociales y vecinos. El decálogo que contempla estos puntos ha sido elaborado por la Plataforma por la Reindustrialización Territorial por encargo del Presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con el objetivo de dar a conocer las mejores condiciones para la expansión industrial.
El entorno cuenta, según los empresarios consultados por la plataforma, en cuatro aspectos fundamentales. La ubicación geográfica “es valorable para los planes de expansión o de cubrir un mercado”. El clima “que puede afectar a los costes energéticos y la adaptación de la obra”, es otro aspecto a contemplar a la hora de ubicar una industria. La orografía es otro punto a tener en cuenta sobre todo si se trata de “suelo llano y sin pendientes”, o “donde no hay movimientos de tierra”, o “sea susceptible de inundaciones”, por estar en valles o zonas pluviales o cerca de ríos o acuíferos subterráneos. La actividad del vecindario ya sean otras empresas, o zonas rurales o urbanas “es importante” para no echar a perder una “inversión realizada a futuro”. Por ello reclaman “conocer la planificación a medio y largo plazo de los terrenos cercanos”.
La comunicación que conceden los accesos salidas y entradas a las parcelas industriales, su estado de conservación, y su nivel de complicación, son detalles importantes para determinar la calidad de una zona industrial. El contar con carreteras correctamente señalizadas desde autovías cercanas, la posibilidad de conectar con ferrocarril, aeropuertos, puertos y puertos secos o una zona logística son “altamente positivos”.
Los empresarios consultados por la Plataforma por la Reindustrialización Territorial sostienen que un AIC no es cualquier zona. Entre los servicios básicos que ha de tener están la salida de vehículos acondicionada “sin necesidad de tener un vado permanente”, aparcamientos señalizados cercanos a cada empresa con una media de 5 plazas por cada 500 metros cuadrados, directorios en zonas comunes de entradas o salidas “actualizado y cuidado”, señales de calles en los cruces “para evitar los errores en los que caen los geolocalizadores y GPS”, señalítica vertical “para evitar accidentes” y horizontal “para el correcto funcionamiento del tráfico”. El diseño de calles amplias, con bordillos y aceras en condiciones que faciliten la maniobras de camiones, la luz, el agua y el gas acorde a las necesidades de las empresas y la presencia de bocas de incendio para atender las necesidades de los bomberos son también necesidades que se consideran básicas.
“Más importante que construir un polígono es mantenerlo en perfecto estado”. Con esta premisa destacan que es vital que a la hora de construirlo se haga de manera sencilla y económica para que sea asumible su mantenimiento y crear un plan detallado en el que se implique desde un responsable, el supervisor, los tipos de materiales, el coste o la periodicidad. Los empresarios quieren evitar crear zonas que pierdan su atractivo para nuevas inversiones.
Los servicios cada vez más demandados son los que tienen que ver con las nuevas tecnologías. En este apartado se engloban la fibra óptica, el gas alta presión, la seguridad, el servicio de ambulancia para cubrir accidentes laborales, depuradora de agua y la instalación de una canalización libre para utilizarla en un futuro con nuevos servicios.
Como servicios complementarios a la actividad industrial desarrollada en las AIC los empresarios plantean la apertura de guarderías “con condiciones económicas y de servicio” adecuados a los trabajadores y bares y restaurantes cercanos al lugar de trabajo.
La creación de una AIC ha de trabajarse desde su diseño teniendo en cuenta “el coste del metro cuadrado con lo que se ofrece en lugares cercanos”, que el agente urbanizador tenga una reputación consolidada, que se aproveche al máximo la parcela, la reducción de los impuestos a pagar, la presencia de zonas verdes y bien cuidadas y la coordinación entre el urbanismo, la industria y las asociaciones empresariales.
El suelo industrial de calidad ha de permitir a quienes opten por estas zonas una agilidad en la tramitación administrativa, la obtención de licencias de actividad “rápidas y claras” y la contratación de servicios de luz, agua, gas, fibra de manera coordinada a través de un interlocutor que facilite y economice las tareas.
El AIC ha de saber venderse con campañas de difusión que hablen de los logros, mejoras y todo lo positivo de las empresas en los canales de comunicación “para fomentarlas y dar a conocer su existencia”. Otro punto importante, para los empresarios, es fomentar el AIC siendo “foco de noticias y positividad”.
Igual de importante que el lugar y sus condiciones son los agentes sociales “que colaboran o dificultan la actividad empresarial”. En este punto apuestan por una buena relación con los ayuntamientos y Concejalías de Industrias, asociaciones de empresarios, la disposición de centros o institutos de investigación y de formación profesional como cantera de trabajo.
En las proximidades del AIC sería adecuado encontrar además empresas tractoras, que subcontraten servicios productivos de ámbito internacional, o empresas similares o bien complementarias.