Romería sin fuego pero con calor humano
Unas 300 personas peregrinan a la ermita de Sant Antoni pese a la prohibición de encender fuegos para rostir
La calidez humana ha sustituido al fuego en la Romería a Sant Antoni, celebrada este domingo sin hogueras para rostir por la prohibición de quemas aprobada por la Generalitat Valenciana. A la ermita que en el siglo XIV Alcoy le dedicó al santo han llegado unas 300 personas, una participación menor que en anteriores ediciones como consecuencia, precisamente, de esa prohibición.
A falta de hogueras, ha surgido la música de la dolçaina, a cargo del Grup Barxell, y las danzas populares del Grup de Danses Sant Jordi. La coca amb tomaca i farina, por su parte, ha sustituido al embutido para el almuerzo. “Es una tradición que hay que mantener, por eso se ha celebrado pese a la prohibición de rostir”, ha manifestado el alcalde, Antonio Francés.
Hace un año la Romería quedó suspendida por la nieve, el frío y el viento. Un año después, con una jornada primaveral, la extrema sequedad de los montes ha motivado que la Generalitat decrete la prohibición de quemas. “Lo importante es que la gente se una para celebrar la fiesta”, ha recalcado el párroco de San Mauro, José Luis Llopis, que ha oficiado su primera Misa en Sant Antoni.
La imagen del santo ha llegado a la ermita sobre las 9.30 horas, portada en un carromato procedente de la plaza de España y acompañada por el primer grupo de jinetes. Poco después han llegado los primeros romeros a pie. A lo largo de la mañana se han sucedido los vehículos del servicio extraordinario de autobuses, encargado de acercar a los alcoyanos a Sant Antoni. Muy utilizado ha sido el servicio para regresar al casco urbano después de pasar una mañana sin fuego pero con mucho calor humano.