Tres estudios alertan de las carencias ambientales del plan Alcoinnova
Los expertos coinciden en el riesgo del proyecto, favorecido por la declaración de ATE, y en la existencia de alternativas en la comarca
Cuatro expertos han presentado este sábado tres informes que cuestionan la viabilidad ambiental de Alcoinnova, el proyecto industrial de La Española en el paraje de La Canal. En el acto, organizado en la sala Ágora por la Colla Ecologista La Carrasca y Salvem l’aqüífer de El Molinar, los técnicos han centrado sus exposiciones en los riesgos que la iniciativa representa para un entorno protegido y para el acuífero, así como en la existencia de alternativas mejores a los terrenos plantados por la empresa.
El más contundente ha sido Alfredo Barón, licenciado en Ciencias Geológicas y jefe del servicio de Estudios y Planificación de la Dirección General de Recursos Hídricos del Gobierno de Baleares. “Aplicando el principio de precaución que preconiza Europa es una barbaridad instalar un polígono encima de una zona con posible afección a la principal fuente de abastecimiento de Alcoy”, ha señalado como conclusión a la posible afección a la reserva de agua.
Barón sostiene que el acuífero, pese a que está protegido por margas impermeables, presenta sumideros “y eso indica que existe riesgo de contaminación vertical. Según su estudio, los tanques de tormenta que prevé la empresa no son suficientes para garantizar la preservación del acuífero. “La única solución es que ninguna agua superficial acabe en el barranco, sino que se derive a Ibi”, ha explicado. El experto cuestiona que el proyecto final no contemple la derivación de agua a Ibi pese a que lo exige un informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar. “Es una bomba de relojería”, ha concluido.
La jornada ha comenzado con la exposición del trabajo sobre la afección de Alcoinnova al medio natural, obra del profesor Andreu Bonet, coordinador de la estación científica de la Font Roja, y el biólogo Roque Belenguer. Los dos expertos han alertado de que el proyecto representa “una pérdida de hábitat, de zona de cultivo que es recurso alimentario para la fauna, una fragmentación del territorio y un efecto barrera para las aves y la fauna terrestre”. La principal idea que han transmitido es que La Canal es una zona “muy sensible”. De hecho, han recordado, cuenta con protección de la red europea Natura 2000 y del Parque Natural de la Font Roja.
En la jornada, tanto Bonet como el profesor de Urbanismo del campus de Gandia de la UPV, Vicent Altur, han puesto de manifiesto que la declaración del proyecto como Actuación Territorial Estratégica ha sido clave para la aprobación del proyecto. “La ATE prevalece sobre la normativa ambiental, prima el interés económico sobre la naturaleza y el territorio protegido”, ha dicho Bonet. Altur ha manifestado que el Gobierno valenciano “se sacó de la manga la figura de ATE para saltarse la normativa”.
El profesor del campus de Gandia ha apuntado que el estudio de alternativas presentado por Alcoinnova tiene “muchas deficiencias”, a su juicio, “con mala fe”. “Los criterios se deben mantener en todas las alternativas, con las mismas valoraciones, y no variarlas según el terreno analizado, que es lo que hace el estudio de la empresa”, ha pormenorizado. Según afirma, “es un traje a medida, algo habitual en los estudios de alternativos del urbanismo y las obras públicas”. El profesor ha considerado “evidente que hay alternativas mejores: suelos industriales vacantes urbanizados o urbanizables frente a esta alternativa aislada, fuera de conexión y que parece producto del capricho de un empresario o de una empresa”.
Los expertos han presentado sus informes ante unas 40 personas. Estos trabajos forman parte de las pruebas de los colectivos conservacionistas de Alcoy en el contencioso abierto en el Tribunal Superior de Justicia para anular la aprobación del proyecto. El pleito por la declaración del proyecto como ATE se saldó a favor de los promotores.