Un estudio advirtió en 2016 de la existencia de bombas en Rodes
El informe constata que los trabajadores escondieron el arsenal tras sufrir accidentes al tratar de fundirlo para aprovechar el metal
El importante arsenal de guerra descubierto el pasado viernes durante los trabajos de conservación de la antigua fundición de Rodes, en el barrio de Santa Rosa de Alcoy, no era ni un secreto ni un misterio. Era una peligrosa realidad constatada en un estudio elaborado en 2016 y que advirtió de la existencia de las bombas enterradas en el interior del conjunto industrial.
El informe, redactado dentro del plan de obra de la consolidación de los edificios, señalaba que las bombas “fueron enterradas bajo la entrada de la calle de Vistabella” tras la Guerra Civil. Ese documento se basa en los testimonios de los antiguos obreros recogidos mediante entrevistas por la historiadora Maria Ángeles Berbegal para un trabajo sobre la empresa.
Esos testimonios los incluyó en 2016 el estudio Evolución histórica de la Illa de Rodes, firmado por el arqueólogo Gabriel Guillem. Ese estudio relata que “la carencia de hierro en la época posterior a la Guerra Civil obligó a fundir cualquier tipo de objeto metálico” en Rodes. También las bombas sin explosionar que habían quedado sin uso después del conflicto. Según el estudio, al introducir esas bombas en los hornos de fundición “hubo varios accidentes y según testimonios de los antiguos obreros las bombas explosivas que habían quedado en los talleres fueron enterradas”. El arqueólogo apunta que “posiblemente fueron introducidas en el antiguo refugio situado en la entrada de la calle de Vistabella”. En esa zona fueron descubiertas el viernes.
Pese a disponer de este informe, el Ayuntamiento de Alcoy inició los trabajos básicos de rehabilitación de la fundición sin haber buscado, como medida preventiva, los restos de explosivos. “Estamos muy sorprendidos porque no esperábamos encontrar restos de armamento, incluso con carga”, manifestó el viernes a RADIO ALCOY el alcalde, Antonio Francés. Durante más de cuatro horas los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX/NRBQ) de la Brigada Provincial de Información de Alicante de la Policía Nacional recuperaron hasta 83 explosivos: granadas de mano, proyectiles y obuses de diferentes tamaños. Los técnicos trasladaron el material recuperado a las dependencias de la especialidad policial para su estudio y posterior destrucción, “debido al riesgo que suponía el mal estado de conservación en que se encontraban”, según ha indicado la Policía.