Un estudio de la UPV alerta de la pérdida de hasta el 43% del caudal del Serpis
Los expertos proponen una mejor gestión del agua para reducir el impacto del cambio climático sobre el río
El río Serpis se enfrenta al riesgo de perder hasta el 43% de su caudal en las dos próximas décadas. Así lo indica un estudio de la Universidad Politécnica de Valencia que analiza las repercusiones del cambio climático en el tramo central del río, entre el barranco de L’Encantada y la zona de unión con el río Vernissa. Los expertos aportan diferentes medidas para reducir el impacto y frenar la reducción del caudal.
El estudio, dirigido por el profesor del campus de Gandia Francisco Martínez Capel, lo ha elaborado un equipo multidisciplinar integrado por miembros del Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIC) y del Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la UPV. También ha colaborado el Departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia.
La investigación predice una reducción del agua disponible en el río Serpis de entre un 28% y un 43% hasta 2040. “Depende de la puesta en marcha de medidas de control de emisiones de CO2”, explica el investigador Martínez Capel. No obstante, el trabajo propone medidas aplicables a escala regional. La principal es mejorar la suelta del agua desde el pantano de Beniarrés, que permitiría mejorar el riego agrícola y la sostenibilidad ambiental del río. Martínez Capel apunta, sin embargo, que esta medida ya no será suficiente. Los modelos prevén una reducción del agua disponible muy superior a dichas mejoras.
“Para intentar mitigar los efectos del cambio climático”, afirma el director del estudio, “es importante tomar medidas para la modernización del regadío, cambiar los cultivos, reutilizar agua y mejorara la gestión de los caudales”. Estas soluciones precisan mayor colaboración de personal investigador, regantes, asociaciones y gestores. A todos estos colectivos ya ha sido presentado el estudio.
El objetivo del proyecto, detalla la universidad en un comunicado, es proponer mejoras de la gestión del agua para hacer compatible un régimen de caudales ecológicos para el río Serpis, que permita mejorar el hábitat de las especies nativas, minimizar el impacto de las especies invasoras y maximizar el beneficio para la agricultura. Según Martínez Capel, el objetivo a medio plazo del trabajo es contribuir a una mejor adaptación al cambio climático. Es decir. “aportar ideas o estrategias de mejora que permitan reducir los costes que suponen los efectos del cambio climático”.
En el proyecto se ha realizado un estudio hidráulico del tramo central del río Serpis y de los caudales que se esperan en escenarios de cambio climático, a corto y medio plazo. “La aplicación de un modelo agronómico permite estimar las necesidades de agua de los cultivos en dichas situaciones con menor lluvia y mayor temperatura. Finalmente, se han aplicado un conjunto de ecuaciones que permiten calcular una gestión óptima del embalse para minimizar el impacto del cambio climático sobre la agricultura y el medio ambiente”.
La conclusión principal del proyecto ha sido la verificación de que el cambio climático supondrá un gran impacto por la reducción de la cantidad de agua disponible y que la gestión del embalse de Beniarrés se puede mejorar para conciliar los objetivos ambientales y agronómicos.
El estudio, tal y como subraya el campus de Gandia, supone un avance en los conocimientos sobre el hábitat que necesitan las especies nativas de peces y su interacción con las especies invasoras, ha afirmado el investigador.
La primera fase del proyecto implicó estudios de campo de la anguila europea y el cacho valenciano, especies nativas de nuestros ríos, así como de la percasol y el alburno, especies invasoras. Según Martínez Capel, las especies invasoras son mayoritarias en los tramos más bajos, cerca de núcleos urbanos, mientras que en tramos medios y superiores, cerca de Beniarrés, dominan especies nativas, como el barbo y la anguila.