Un paisaje lunar
Dos años después del incendio de Torremanzanas, Penáguila y Benifallim, en el que perdieron la vida un brigadista, un agente medioambiental, los tribunales empiezan a dilucidar las causas
Las altas temperaturas y la sequedad del terreno se aliaron hace dos años para quemar 600 hectáreas en Torremanzanas, Penáguila y Benifallim.En décimas de segundo ardió todo el terreno en un radio de unos 20 metros. Se cumplen dos años de ese fatídico incendio en el que perdieron la vida un brigadista, un agente medioambiental y en el que otros seis integrantes de brigadas de emergencia resultaron heridos. La zona arrasada es hoy, según los vecinos, un paisaje lunar.
Mientras, en los tribunales, se empieza ahora el trabajo para dilucidar las causas y los culpables de un caso que ha registrado numerosas dilaciones. No ha sido hasta este mismo año cuando han arrancado las declaraciones de los testigos en un juzgado de San Vicente del Raspeig. Los dos fallecidos eran miembros de las brigadas forestales de TRAGSA, que aunque no forman parte de la acusación por expreso deseo de las familias, sí opinan que la tragedia fue fruto de una mala organización y gestión del incendio y piden responsabilidades en toda la cadena de mando. Juan Francisco Miralles, secretario general de comisiones en las brigadas de TRAGSA, considera que "hay mucho que averiguar". "Si se da una orde de ir a una zona y a mitad se para y luego se dice de hacer un cortafuego, eso que es ¿una decisión unilateral?" Recuerda Miralles que las secuelas perduran, "tanto las físicas como las psíquicas". Aunque los bomberos afectados han vuelto al trabajo, las condiciones en las que pueden desempeñarlo ya no son las mismas.
Mientras, el terreno es descrito por los vecinos, dos años después, como un paisaje lunar. Culpan de esa mala recuperación a que la retirada de madera quemada se hizo con maquinaria pesada, entre ellos Juan Luis Doménech vecino y miembro de la Agrupación Ecologista el Rentonar. "Esto va a entorpecer la regeneración de la sierra". n paisaje triste y devastado...por el que temen también ante un hipotético riesgo de gota fría.