Una pesadilla para los moros

La eterna capacidad de la fiesta de Alcoy para renovarse y explorar nuevos territorios ha quedado de manifiesto con la escuadra especial del alférez cristiano. Más allá del diseño, el conjunto lo ha ideado David Blasco que, además, ha sido uno de los componentes de la escuadra.

La formación ha destacado especialmente por el maquillaje. Y, cómo no, por el humo que iba dejando a su paso, en consonancia con el tramo final del boato del alférez vasco. La escuadra representa a los brujos invocados para asegurarse el éxito en la batalla.

No menos impactante que el atuendo de la escuadra ha sido su acompañamiento musical. Un estreno dedicado especialmente a un gran festero de los Vascos, ya fallecido. La obra Amgirou, de Francisco Valor, la ha interpretado para acabar con el desfile de los cristianos la Unión Musical de Cocentaina.