Extremismo naturalizado
La Columna - (viernes, 08 de noviembre de 2019)
Víctor Kempeler relata en el libro de la 'Lengua del Tercer Reich' como el nazismo pervirtió el lenguaje y naturalizó en Alemania un discurso xenófobo, racista y nacionalista. El resultado de aquello de todos es conocido.
Ahora, en España ha surgido un fenómeno que juega con estas mismas armas. Ha conseguido convertir en natural un discurso xenófobo, racista y totalitario. Hemos escuchado en campaña sus amenazas de ilegalizaciones de partidos como el PNV, el independentismo catalán e, incluso, Compromís.
En un futuro irían contra otros partidos diferentes y al final se quedarían solos, con un único partido que represente sus ensoñaciones. Se disfrazan bajo un supuesto orden constitucional cuando sus ideas se encuentran en las antípodas de la propia Constitución.
No hay nada más anticonstitucional y antidemocrático que reclamar la ilegalización de otros partidos que piensan diferente. Lo preocupante es que mucha gente relativiza estas amenazas y les compra su lenguaje. No les importa comprobar que las afirmaciones sobre inmigrantes o violencia de género son mentiras.
Se sienten atraídos por un falso españolismo. PP y Ciudadanos no dudan en pactar con ellos, mientras los medios de comunicación normalizan a un partido antidemocrático. PP y Ciudadanos intentan compararlo con el nacionalismo catalán, cuando este segundo es padre de la Constitución y, además, por muy cuestionable que sea el Procés, no aboga por ilegalizar partidos o expulsar inmigrantes sin ton ni son. Con el extremismo racista no se puede contemporizar. Se hizo en los años 30 y España se vio inmersa luego en 40 años de dictadura.