Gestionar el éxito

JAVIER LLOPIS

Javier Llopis es periodista.

El intenso ciclo del Nadal Alcoià acaba con la confirmación de una realidad incontestable: miles de turistas, procedentes de toda la Comunitat Valenciana, han hecho un hueco en sus agendas para acercarse a una ciudad –Alcoy- que ha convertido la Navidad en una imagen de marca muy potente. Las espectaculares cifras ofrecidas por el Ayuntamiento -130.000 espectadores en la Cabalgata y 90.000 en el Bando- se completan con un flujo continuo de visitantes durante todo el mes de diciembre, que se ha hecho especialmente evidente durante los fines de semana.

Estamos ante un cambio drástico. El ciclo navideño alcoyano ha dejado de ser un evento estrictamente local y ha traspasado fronteras hasta llenar nuestras calles de personas que quieren disfrutar en vivo y en directo de una manifestación cultural y festiva llena de autenticidad y de encanto. Esta circunstancia supone un motivo de orgullo para todos y tiene unas repercusiones muy positivas para la economía de la ciudad, abriéndole las puertas a un tipo de turismo que hasta hace muy pocos años no existía. A la vez que genera beneficios, esta profunda transformación obliga a repensar la intendencia de un programa de actos diseñado exclusivamente para uso interno.

El Ayuntamiento de Alcoy, como principal responsable de la organización del ciclo navideño, se enfrenta al reto de gestionar este éxito. Por una parte, se le exige mantener puro  e intocado el espíritu original de unos festejos que tienen en la sencillez y en la proximidad sus principales atractivos. Y por la otra, se le pide que ponga en marcha medidas para rentabilizar un acontecimiento que nos coloca en los mapas turísticos y que genera importantes ganancias en sectores como la hostelería y el comercio.

No va a ser ésta una tarea fácil. Cualquier cambio de recorridos, de horarios o de estructuras organizativas chocará inevitablemente con esa especial sensibilidad que tenemos los alcoyanos cuando nos tocan alguna pieza del patrimonio festivo. Sin embargo y a pesar de su encomiable amor por las tradiciones, esta ciudad tampoco está en condiciones de desaprovechar oportunidades como las que nos ofrece algo que ya podríamos definir como el boom turístico del Nadal Alcoià.