La hostilidad hacia el empresario
La Columna - (viernes, 24 de febrero de 2017)
La semana pasada lucía la Univesidad Complutense de Madrid multitud de carteles contrarios a, literalmente, “las empresas”. Empresas que habrán de contratarlos cuando salgan de la Universidad. Y hay también pintadas tratando al empresario, así en general, de “explotador”, “negrero” y cosas peores.
La Universidad Complutense no es una excepción. Una parte de la izquierda, repito: una parte, probablmebnte la más radical, no toda la izquierda, ha construido un relato social y político que demoniza la figura del empresario y le atribuye lo peor de la condición humana.
En otros países, por lo general los más prósperos, la figura del emprendedor, del tipo capaz de construir un negocio, merece todo el reconocimiento, y lo que es aún más importante, todas las facilidades de la administración. No ocurre eso en España.
Aquí el que tiene una idea tiene que combatir contra un ecosistema social y cultural por lo general hostil, y a una administración pública que ahoga en burocracia, impuestos y administración cualquier ilusión por emprender. No se entiende si no el Vía Crucis por el que está pasando un parque tecnológico como Alcoiinnova. Un Vía Crucis judicial, político y social. Ahora el Supremo parece que les da la razón: podrán emprender, podrán invertir dinero en la ciudad, podrán contratar a gente. A pesar de todo y de todos.