Oscurantismo
La Columna - (miércoles, 04 de diciembre de 2019)
En los albores de la democracia pocos se imaginaban que los herederos de una entonces fuerza minoritaria de Blas Piñar irrumpieran en el Congreso de los Diputados con 52 diputados. Aprovechando una estrategia de manipulación y de las fake news que empezó Goebbels en la Alemania nazi y ha reactivado la derecha de Estados Unidos, han logrado calar su mensaje en parte de la sociedad española. Hay quien intenta blanquearlos o restan importancia a sus exabruptos, pero un partido que defiende la ilegalización de otras fuerzas políticas solo puede ser definido con una palabra que no voy a utilizar. La izquierda ha ignorado hasta el momento a este fenómeno y ha eludido rebatirle.
Ha sido un error. Hay que contestarle a través de sus mismos canales con la misma intensidad, con la diferencia que hay que hacerlo para desmontar sus mentiras. En Suiza, la extrema derecha promovió un referéndum para intentar expulsar a los inmigrantes que cometieran dos delitos. La xenofobia impregnaba entonces el debate en el seno de la sociedad suiza. Pero una plataforma ciudadana se rebeló y luchó contra la xenofobia con las mismas herramientas.
Los extremistas perdieron el referéndum. ¿Por qué?, porque la ciudadanía hablaba al final de Estado de Derecho frente al discurso de la inmigración. Esto se presenta como un ejemplo en España para revertir la nueva ola oscurantista. Hay que repetir cada día la importancia de los valores democráticos y del Estado de Bienestar, elementos que costaron mucho en conseguir y que los herederos del antiguo régimen quieren cortar.