Para Darío
La Columna - (miércoles, 02 de enero de 2019)
En tu sexta semana de vida, y justo al empezar el año 2019, me miras sin pestañear para anunciarme un nuevo logro: estás aprendiendo a sonreír. A tus puñitos cerrados con garra y tus ojos abiertos que son faro en la noche, sumas ahora como actitud de vida tu sonrisa. Fuerza, curiosidad, y alegría. Tus tres principios de vida. Los tres rasgos de tu personalidad que van arraigándose a la tierra con la profundidad de un olivo milenario. Sabiduría que me regalas y no hace aún ni dos meses que viniste a reordenar el mundo.
Les voy a contar a todos, taxistas y violinistas, hermanos y ladrones, que son estos tus tres dones, tus tres presentes al año nuevo que recién germina. Fuerza, para que intentemos caminar el mundo implacables al desánimo, desprovistos de cobardía, apostando sin medias tintas a cada Verdad buscada. Curiosidad, para aprender a leer los mapas, seguir eligiendo ventana en los aviones, crecer con las miradas y la vida, que será injusta a veces, y otras nos hará volar. Y alegría, para vencer el desasosiego de las tardes frías, el silencio o la distancia, alegría para convertir en sonrisa el dolor ante lo incomprensible, proponer en definitiva otro rumbo a los tristes, a los vacíos, a los que ya se dieron por vencidos.
De un bebé de seis semanas tomo mis propósitos para el año nuevo, con nuestros mejores deseos de fuerza, curiosidad, y alegría. Feliz 2019.