Patata, huevo o café
La Columna - (jueves, 23 de enero de 2020)
Hoy voy a compartir una historia que leí y me gustó:
Una hija le dijo a su padre que siempre había sido infeliz. Su vida estaba llena de problemas y cuando conseguía solucionar uno, aparecía otro.
El padre era cocinero, cogió tres ollas y las puso al fuego. Cuando el agua empezó a hervir puso una patata en una de ellas, un huevo en otra y un puñado de granos de café en la última. Al cabo de unos quince minutos apagó el fuego y colocó la patata y el huevo en dos recipientes y el café en una taza.
El padre le preguntó a la hija qué era lo que estaba viendo. La hija desesperada al pensar que su padre la ignoraba, le contestó:
- Una patata, un huevo y café.
Su padre le hizo acercarse y tocar la patata, y se dio cuenta de que era muy suave. Después le hizo romper la cáscara del huevo y comprobó que era un huevo duro. Por último, le hizo tomar la taza de café.
A continuación el padre le dijo:
- La patata, el huevo y el café se enfrentaron a una misma dificultad: el agua hirviendo, pero cada uno respondió de una manera distinta.
La patata era dura y se volvió suave y débil; el huevo, que era frágil se volvió duro; y los granos de café cambiaron su aspecto para hacer algo nuevo.
Cuando nos enfrentamos a un problema podemos ser patata, huevo o café. Debemos encontrar la manera de convertir los problemas en algo positivo y no dejarnos vencer. Y ¿tú qué quieres ser: patata, huevo o café?
Feliz elección.