Recuperar la ilusión
Los partidos convocan congresos para redefinirse, para poner en claro sus posicionamientos, tanto hacia dentro como hacia la sociedad en la que están inmersos. En suma, para clarificar la imagen que de ellos va a tener esa sociedad a la cual, llegadas las elecciones, se dirigirán para pedirles el voto. En el caso de PODEMOS, la Asamblea Vistalegre II, que celebraremos próximamente, también va a servir para redefinirnos y mostrarnos tal cual vamos y queremos ser en nuestra organización y hacia la sociedad.
El tema que está siendo objeto de debate precongresual , es el modo de votar las principales cuestiones por medio de una consulta los próximos días 18,19 y 20 de diciembre. En esta consulta se presentan, principalmente, dos posiciones. En la primera de ellas, los documentos y entre ellos los que definen los principios de estrategia para el futuro del partido se pretende que se voten junto con las listas de candidatos y candidatas a constituir la Dirección Estatal. Dirección que será la encargada de llevar a la practica estos principios.
Mientras que en la otra, lo documentos que definen la estrategia deberán debatirse y votarse por una parte y por otra las listas de candidatos que formarán la citada Dirección. A pesar de que en Vistalegre I, hace escasamente dos años, documentos y listas se votaron por separado, ahora no voy a ser quien diga que votar en Vistalegre II documentos y listas conjuntamente sea un criterio descabellado. Sé que muchos miembros de PODEMOS comparten esa opinión y lo hacen movidos por la misma buena intención que nos mueve a quienes defendemos la otra opción. Uno de los argumentos que, algunos analistas han empleado para defender esa posición es que: “... Ninguna dirección está obligada a hacer una política en la que no cree”. Ese criterio es tal vez válido para cualquier partido, pero para PODEMOS, con todo respeto, creo que no lo es tanto.
Los partidos, en general, son sujetos políticos que, por fundamentarse en ideologías políticas concretas, tienden a ser en buena medida uniformes aunque, en su seno se produzcan lógicas diferencias de opinión sobre algunos matices. Esto simplifica los debates políticos, lo cual no impide que, a menudo surjan confrontaciones que son, o más bien parecen, luchas internas por el poder. En esos partidos sí parece más lógico que las listas y los documentos políticos se voten juntos.
Nuestro caso es diferente y nuevo en el más amplio sentido de la palabra y eso lo debemos de asumir con todas sus consecuencias. Nacimos con el 15M, con aquel grito de indignación, que no fue de derechas ni de izquierdas, fue el grito de los hombres y mujeres que reclamaban mucho más que la vieja política. Nacer con este espíritu de no adscripción a ninguna etiqueta nos convirtió en una fuerza llamada a convocar una mayoría transversal. Con este espíritu hemos llegado, dos años después, a ser una fuerza política trascendental en este país. PODEMOS tiene hoy, un censo de más de 400.000 inscritos y inscritas. En las elecciones generales del 20 D tuvimos la confianza de 5.200.000 electores. Inscritos y electores no pueden ser homogéneos ideológicamente. Somos un conjunto de hombres y mujeres que hemos sido capaces de votar los mismos objetivos, pero venimos de preferencias ideológicas muy diversas. Incluso de no tener ninguna.
Esta diversidad que nos define como fuerza política muy singular, nos impone algunas prácticas también diferentes. Todos los hombres y mujeres que decidan participar en nuestros procesos de elección, yo incluido, debemos tener derecho a votar a Pablo Iglesias para la secretaria general de PODEMOS. Por sus cualidades excepcionales y porque no podemos olvidar que, con su equipo, ha contribuido poderosamente a emocionar y sacar de la resignación a millones de personas de este país. Tener un líder como él, es un tesoro que ya quisieran para sí otros partidos. Pero al mismo tiempo, también todos y todas debemos tener derecho a participar y votar aspectos de nuestra estrategia que, en todo o en parte, pueden diferir de los del líder.
Un sistema de elección que nos fuerce a que, para votar a Pablo Iglesias como líder del partido, nos obligue a votar también al cien por cien sus posicionamientos es, a mi modo de ver, una limitación democrática. Por estas razones he firmado el Manifiesto «Recuperar la lIlusión» (https://recuperarlailusion.info/).
Un Manifiesto que es también un llamamiento dirigido a la sociedad:“ ... . Podemos debe ser el reflejo del país que queremos. No encerremos la discusión en los nombres, abramos el debate a las propuestas. Solo así conseguiremos la suficiente inteligencia política como para seguir avanzando. Por eso invitamos al conjunto de las bases y a la ciudadanía a que se sume a este manifiesto.