Sobre el mes de marzo

ANA MARÍA GARCÍA

Pedagoga y escritora

         Si el mes de marzo ha sido siempre un mes especial para mí, este año con más motivo. Este año cumplo 50 AÑOS, con mayúsculas, ni 40 más 10, ni nada por el estilo. 50 años con todas sus letras y con todos sus números. A los 50 años, ya ves la vida con otros ojos, y no es porque tengas la vista cansada, que gracias a Dios no es mi caso. Ya has vivido más de la mitad de tu vida. Te has equivocado mil veces. Has caído y te has vuelto a levantar, y has seguido adelante, no queda otro remedio. Has reído, has llorado, has tenido momentos muy dulces, momentos menos dulces y momentos muy amargos. Pero lo importante es que sigues despertando cada mañana y, aunque te cueste, sigues respirando. Te miras al espejo y piensas: “Pues, no he cambiado tanto”. Y es que seguimos viendo a la adolescente de 20 años que llevamos en nuestro interior. Vale, con alguna que otra arruguita y alguna que otra cana, pero nosotras nos vemos igual o mejor. Y de repente oyes una voz que te dice: “Mamá, que hoy no vendré a cenar”. Y allí está, tu hija, con sus verdaderos 20 años, que te hacen volver a la cruda realidad, pero sonríes y te sientes feliz por poder decir: TENGO 50 AÑOS. Tengo amigas, que por desgracia, no lo van a poder decir. Mañana, cuando yo ya lo pueda decir, en mi pensamiento estarán Laura y Cris. Aunque pasen los años os seguimos echando de menos. Pero no nos pongamos tristes que hay que celebrar que estamos vivos, y en mi caso, antes de poder decir con orgullo que tengo 50 años, hoy toca celebrar que hace 24 años en la Iglesia de San Jorge y rodeados de todos nuestros amigos y familiares, Miguel y yo nos dijimos “SÍ, QUIERO”. Sonriamos a la vida y celebremos todo lo que podamos. Feliz puente de San José.