Vuelta a la normlidad

ANA MARÍA GARCÍA

Pedagoga y escritora

Ya ha pasado todo. Ya hemos llegado al día después, al día en que todo vuelve a la normalidad. El día en que todo vuelve a empezar. Ya se han terminado las Fiestas.

¿Y ahora qué?

Este año nuestras queridas Fiestas se hicieron esperar, la parte positiva de esa espera es que quedan menos de 362 días para las siguientes. Siempre hay que buscar la parte positiva de las cosas, ¿no?

Por unos días todos fuimos felices. Nadie parecía recordar los problemas cotidianos. Tot germanor.

Y es que nuestras queridas Fiestas tienen el poder de unirnos a todos hasta límites insospechados. Llevar un traje festero nos hace a todos mucho más simpáticos. Las conversaciones con gente que el resto del año ni saludas ni te saludan son interminables.

Durante cuatro días la vida volvió a concentrarse, de nuevo, en el Centro de Alcoy. Durante nuestras queridas Fiestas el Centro se colapsa. Todo aquel que tiene la oportunidad de trasladarse allí lo hace sin dudar. Total, en tindre un lloguet on dormir, ja tenim prou.

Del alquiler de balcones y pisos deshabitados el resto del año, mejor ni hablamos. Me reservo el tema para mejor ocasión.

Hoy toca volver a la normalidad, y eso no va a ser fácil. Ya no huele a pólvora, ya no se oye música, ya no se respira a Fiestas.

¿Día del Descanso? Volver a poner en modo “normalidad” la casa de una familia festera no es tarea fácil. Mallas por aquí, metales y cueros por allá, túnicas…. Y todo ha de estar limpio y perfecto para poder ser guardado. Que a nadie se le olvide llevar los trajes a la tintorería o no estarán listos para Fontilles.

Para quien aún tenga “mono” de Fiestas y no pueda esperar a que llegue Fontilles, aún nos queda Muro, encara que siga de mirons. Y después si: VUELTA A LA NORMALIDAD