La información, arma contra la tragedia
Bienestar Social difunde datos sobre la entrega en adopción para evitar muertes de bebés no deseados
La Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Alcoy ha decidido facilitar información sobre la entrega en adopción de recién nacidos como una medida para evitar muertes de bebés como la sucedida en Alcoy el pasado mes de julio, cuando una joven de 18 años le quitó la vida a su hijo y lo depositó en un contenedor de residuos. Los técnicos de la concejalía han observado, sobre todo a través de los comentarios que en las redes sociales ha generado el trágico suceso, que muchos ciudadanos desconocen la posibilidad de que la madre, o padre y madre, entreguen a su hijo recién nacido en adopción.
“Queremos que los ciudadanos sepan que existen opciones para las mujeres embarazadas que van a tener un hijo y, por sus circunstancias personales, no quieren o no pueden atenderlo”, explica la concejal Aroa Mira. Su departamento sostiene en que en estos casos “la mejor opción para el bebé es asegurarle un entorno familiar en el que va a ser querido y cuidado: puede pasar a ser hijo de unos padres adoptivos”.
La concejalía ha decidido, “con mucha prudencia”, dice la edil, informar sobre la entrega en adopción. “El proceso es muy simple”, según el departamento. Antes del nacimiento del niño, o poco después, la madre solo tiene que manifestar su decisión de entregarlo en adopción en el centro social de su barrio o al personal sanitario que la atiende. Entonces, según la concejalía, una trabajadora social le preguntará si está segura de que es esto lo que quiere y le pedirá que firme un escrito manifestándolo.
El Ayuntamiento da opción a la madre de ver o no al bebé tras el parto. La administración asume inmediatamente la tutela del menor y pasadas 6 semanas se vuelve a contactar con la madre para pedirle que se ratifique en su decisión y asegurarse de que no ha sido fruto de una crisis del momento.
El departamento municipal de Bienestar Social recalca que “procurar una familia al bebé que no se va a poder atender es un acto de generosidad y amor hacia él. Abandonarlo en la calle o en cualquier otro lugar es un delito”.