“El Casal tiene comportamientos propios del hampa”
El mayoral que intercedió para localizar cuatro columnas de 1768 exige responsabilidades por la mala gestión del patrimonio – La Asociación entrega ante notario las pilastras a la iglesia de Santa María
Las cuatro columnas de estilo barroco originarias del 1768 y que el Casal ordenó eliminar por error ya están en la parroquia de Santa María, en cuya capilla de la Comunión permanecieron hasta 1936, cuando fueron depositadas en la iglesia de San Jorge para evitar su destrucción durante la Guerra Civil. La Asociación de San Jorge entregó este viernes las pilastras a la parroquia. El presidente del Casal, Rafael Tortosa, hizo la entrega al párroco, José Enrique Francés, ante la presencia del notario Pedro Doménech.
“Pido disculpas de nuevo al pueblo de Alcoy”, manifestó Tortosa, quien confió en que la entrega de las columnas a su templo “acabe con la polémica” suscitada por la equivocación del Casal, que no supo valorar los elementos patrimoniales, que no están catalogados y no figuran en inventario alguno.
Esa polémica, sin embargo, queda lejos de extinguirse. El mayoral que intercedió para recuperar las columnas, Jorge Tomás, ha lamentado en un escrito la actitud de los dirigentes del Casal, en especial del presidente y del asesor artístico, Indalecio Carbonell, a los que exige “responsabilidades”. Tomás cuestiona que la cúpula de la Asociación haya iniciado una caza de brujas contra él, acusándolo de “desleal” o de actuar de mala fe. A su juicio, los dirigentes de la máxima institución festera presentan comportamientos “propios del mundo del hampa”.
En su escrito, Tomás expone su versión de los hechos. Sostiene que, una vez que un anticuario le informó de que el Casal había arrojado las columnas al ecoparque, alertó en hasta tres ocasiones a la Asociación –dos de ellas al presidente- de la necesidad de recuperarlas. “Yo conocía la existencia de las columnas, pero me habían dicho que se usaban en los monumentos que se colocaban en Semana Santa”, afirma Tomás quien solo después de documentarse supo que las pilastras formaban parte de la capilla de la Comunión de la antigua iglesia de Santa María.
El mayoral sostiene que ante la falta de respuesta del Casal contactó con el director del Archivo Municipal, José Luís Santonja, quien atestiguó el valor de las columnas y alertó al alcalde, que instó al presidente a recuperar las piezas, lo que consiguió el viernes 16. “Hasta en tres ocasiones advertí de los hechos y no me escuchó”, afirma.
Tomás lamenta que la Asociación le haya criticado por acudir a la prensa a contar la historia. “Solo cuando la noticia fue pública se me citó para dar explicaciones, como si la falta la hubiera cometido yo”, añade. Tomás tiene claro que para comparecer ante la directiva debe hacerlo acompañado de un abogado y de un periodista. “Aún no he recibido respuesta y antes de escucharme han iniciado esta especia de caza de brujas, con intento de expediente sancionador incluido”, manifiesta.
El mayoral asegura que el cuerpo de mayorales, responsable de la conservación de la iglesia de San Jorge, no fue informado de que las columnas iban a ser desechadas. “Parece claro que alguien debería asumir su responsabilidad y si no es el señor Carbonell, el responsable será el presidente por permitirlo. Por permitir además que la Junta Directiva publique una carta en prensa contra un miembro de la Asamblea sin haber escuchado su versión, ni haber abierto un expediente investigador para averiguar lo sucedido como haría cualquier Institución seria. ¿Es esta la forma de proceder correcta?”, se pregunta Tomás, que asegura no tener intención de presentarse como candidato a vicepresidente de la Asociación de San Jorge.